Mr Secretos se va a acordar de mí con esta entrada.
No niego su todo llega, lo malo también.
Pero igual que todo llega, todo pasa; cuestión de tiempo.
Y pasar no significa terminar. No siempre.
El no puedo, no quiero que pase, no va a llegar, significa lo mismo.
Porque creo que esa frase esperanzada iba por hacer improbable la imposibilidad.
Si a un niño (o niña) le dicen que no puede jugar se le parte el mundo, pierde la inocencia.
Y ese no nos lo han dicho a todos alguna vez.
No puedes tener esto o aquello. No puedes ir al parque, no puedes....
Y un niño se cree lo que le dicen.
La diferencia es que ahora nadie me puede decir NO PUEDES.
Por eso voy a intentarlo.
Recuerdo en la primera redacción del colegio, plan filosófico, que hablé de la vida como un libro en blanco; con prólogo, capítulos, personajes...
Y, a pesar de que al principio los personajes se dejan llevar por el contexto y apenas deciden, más tarde sin ellos los que deciden.
Puede que muera ahogada por querer vivir en el mar, que sea traicionada por confiar en Lucifer o que tenga un final feliz, de Nunca Jamás.
Pero TODO puede ser. No sé cuándo llegará, pero no puedo cerrarle la puerta a un destino hecho a punto de cruz ni el estilo de mis muñecas.