1 dic 2016

23 días

Procuro alejarme de todo ese alboroto de la falsedad de creencias y generosidad consumista porque toca, pero ya no es un anuncio ni dos, ni una marca de turrón en el súper.

La fecha que más odio ya se huele.
Como si todos los pequeños placeres tuviesen que llevar envoltorio y ese lacito con pegatina.

Me cabrea.
Hay que comer turrón, tomar las uvas e ir de fiesta en año nuevo, si no eres raro.
Hay que mentir, meter en un saco todo lo dicho a lo largo del año, y poner sonrisita.

Lo dije hace una semana.
No sé cómo se me va dar esta vez, pero mala leche tendré que tragar.
Sólo espero que haya algo dulce de verdad, a ratos.

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