Sabía, de entrada, que la protagonista no iba a ser un reflejo.
Pero hay secundarios, impulsos, raíces tal vez.
Hay películas que me hacen rozar mi dedo anular, y que me llevan a frases dichas por ti o salidas de clase con el corazón golpeando.
Mañana, aunque sólo pueda por la tarde, toca rutina,y voy a incorporar ejercicios aprendidos entre espejos.
Me quedo con palabras sueltas.
Pasión.
Tristeza.
Ilusión.
Ocho tiempos.
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