23 ago 2017

Las carreteras no llevan al paraíso

No me conformo con ningún destino de vacaciones que no esté cerca de tu piel.

Puede que no encuentre mar pero sí una brisa superior a todos los puertos del mundo.
Encuentro el puerto opuesto a Finisterre, el inicio de todos los mundos.

Cada pétalo de cada flor que me has regalado son mil momentos impregnados de sonrisas llenas.
Y me da igual la distancia o si los minutos de sueño no tienen sexo previo, si son tus manos fundidas en mi piel.

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