No me conformo con ningún destino de vacaciones que no esté cerca de tu piel.
Puede que no encuentre mar pero sí una brisa superior a todos los puertos del mundo.
Encuentro el puerto opuesto a Finisterre, el inicio de todos los mundos.
Cada pétalo de cada flor que me has regalado son mil momentos impregnados de sonrisas llenas.
Y me da igual la distancia o si los minutos de sueño no tienen sexo previo, si son tus manos fundidas en mi piel.
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