Recuerdo, como muy lejos, cuando siempre esperaba el paso del tiempo.
Que fuese viernes, verano, un cumpleaños.
Acabqr con un tratamiento, con una reforma o que llegue una actuación.
Y aquí estoy, conun dolor de esp que no se cómo estoy sobrellevando, pero no pasa nada.
No tengo prisa por volver a ser yo, poder regresar al gimnasio o a las caminatas de domingo. O la presentación del piso.
Si respiras, el dolor se va. Y la prisa no acelera el tiempo, al contrario.
Quiero estar envuelta en tus brazos, y no me importaríq si me meceiera aunque no corresponda a mi edad; pero no lo necesito.
El tiempo pone TODO y a TODOS en su lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario