23 feb 2018

Promesas sin apagones

Vivo con tres promesas, por ahora.

No es tinta, no es algo que quiera tapar, de lo que me arrepienta.
Son estaciones por las que he pasado, el luhar de donde soy, el lugar donde sé que tendré hueco en un futuro.

Unos dicen que es incorrecta mi hiperresponsabilidad de otras vidas que terminaron, pero me funciona.
No puedo rendirme, por eso.

Creo en lo que he visto.
La balanza, aunque tarde, se equilibra.
Y veo que otra vez está tardando, aunque sea otro camino.
Pero ese camino me afecta.
Se forma caravana, y no tengo espacio suficiente para estirar la toalla y tomar esos rayos de sol.

Y que sí, ya sé que tengo estrellas.
Pero sólo iluminan, están demasiado lejos para dar calor.

Me paso de nostálgica, me paso de moñas... sí, me paso.
Pero todos pasamos de algo.
Yo hace ya un tiempo que decidí pasar de la gente que insiste en apagar a otros.

Energía

Creo que cada uno tenemos una luz. Hasta que la gastamos o alguien nos apaga.

Y luego hay dos modos de seguir.
Acercándote a otros para recibir su luz o chupando vatios de otros.

18 feb 2018

Lección 2018

Quiero cosas sencillas.
Pasear a ninguna parte. Reírme como loca. Escuchar música.

Pero contigo. Sin planificarlo. Sin preguntar. Sin responder a nada.

Me parece que tras estos meses, tanto miedo, tanto cambio, tras decidir por mí al 100%, sé todo lo que quiero.
Sola o contigo, depende cosas.

Y no cuesta.
Quiero respirar y que no me bombee el corazón a 140.
Quiero estar sentada en el suelo de cualquier habitación, como ahora, sin explicarle nada a nadie. Estoy porque sí.

Tanta rabia y era esto. Relajarme un poco.
No sueles leer mis entradas, pero lo voy a decir.
Me da igual si es un spa, Roma, mi cama, el sofà o el suelo de Fuentes blancas, pero contigo.

16 feb 2018

Demasiado tiempo callando

Qué importará el mundo cuando dos personas se quieren de verdad?

No hablo de amor romàntico, no. O sí.
Pero sin dejar de ser amigos, en cierto modo fraternal.
Sin chuparse las babas, y con no más palabras de las necesarias.
Demostrando el "estoy aquí" muy por encima de decir te quiero.

Tragando horas de autobuses, cargando chaqueta y mochila.
Que todo el mundo dice "es lo normal, para algo está", pero demasiada gente no está.

No san Valentín?
No.
Que te dé un masaje.
Pues no. Prefiero que me de calma, que no sea recuerdo de sobreCARGA muscular.

Nunca se carga con una buena relación. Se vive, se disfruta.
Pero no se carga.
Y tras dos meses de idas y venidas, preoperatorio, pruebas, mil gotas, ir a ciegas por una ciudad que no apasiona, hoy ya puedo decir que estoy más cerca.

Recuerdo tu primer whatsapp, ya en casa, hace cosa de un mes.
Estás más cerca de ser tú otra vez.

11 feb 2018

Calma

Me escuecen las manos, por esos pequeños cortes que me hago por despistada.
Me quema todo lo que siento y no digo, aunque haya menguado la lista.
Respiro más yo, lato más a 8 tiempos.